viernes, 6 de julio de 2012

Desenlace...

Santiago de Chile, 6 de julio de 2012.

Llamaron a la puerta...

Pero antes yo seguía en mi habitación. Decidí ducharme y cuando salí de la ducha, recibí una llamada de Mario. Me preguntó si seguía en la habitación, yo le contesté que si. El me dijo que la había cagado, que no podía salir hasta que vinieran los forenses. -¿Los forenses?-, le pregunté, ¿Ha muerto el hombre?. Efectivamente, el hombre había muerto. Mario me dijo que no podía salir hasta que levantaran el cadáver. Tenía que esperar a que llegara la policía de investigación . Tenía que esperar a que vinieran a mi habitación (aquí le llaman pieza). Así que esperaba a que vinieran y según me dijo Mario, me interrogarían.

Al cabo de un rato oigo como un carabinero se dirige a su superior y le comenta que un joven está en su "pieza" y le pregunta que si puede salir. El superior, parco en palabras, le dice que vaya por él, es decir a por mi. En ese momento yo sigo escribiendo hasta que oigo como llaman a la puerta. Abro y el hombre me dice que abandone la habitación. Bajo y no me resisto a mirar donde está el hombre. Una sábana cubre su rostro, sus pies rígidos apuntan al cielo.

Salgo y veo a Mario esperándome. Me pregunta -¿te asustaste?, yo le digo que no, sólo estaba un poco impresionado por todo.

Salimos a cenar y a la vuelta nos encontramos con un carabinero apostado en la entrada al patio que da a nuestras habitaciones. No podemos entrar hasta que levanten el cadáver. Son las diez de la noche, estamos reventados por todo el turno de trabajo y no podemos entrar a descansar.

Comienza el espectáculo de la policía chilena. No paran de entrar y salir tipos de uniforme con la misma cara, la misma ropa y el mismo corte de pelo, debe ser un requisito para ser policía en Chile. Si eres rubio no tienes futuro en el cuerpo de carabineros.

El grupo de americanos se encuentra en una zona, llorando, abatidos, sin saber muy bien que pasó, ¿o si lo saben? ¿Lo mataron? ¿Fue un accidente?. Eso lo tendrá que decir el forense.

Llegan los forenses vestidos como los investigadores de la película ET, todo tapados con plásticos blancos, y mascarillas. Ya no se les ve el corte de pelo policial.

Uno de los policías se acerca al grupo de americanos, en el que también hay un intérprete chileno, amigo del grupo. El poli que parece llevar la voz cantante del grupo de cortedepelopolicías, se dirige al chileno y le pregunta - ¿que relación tenían con el cadáver?¿era su amigo?. El chileno contesta que sí, que era el profesor de los chicos. Al chileno le acompaña un americano de unos treinta años, también profesor por lo que dice. En cuanto el chileno dice que sí, el tipo pelopolicía jefe, le da el pésame, la mano, un abrazo y otra vez la mano. Es el típico saludo chileno entre amigos, mano, abrazo, mano.

Pasan las horas y seguimos esperando. Un tipo totalmente vestido de plástico blanco entra con una cámara reflex echando fotos a todo, incluso a nosotros.

Siguen pasando las horas lentas, hace mucho frío, será el frío de la muerte o la camanchaca nocturna del desierto. De vez en cuando salen dos tipos ataviados con el citado plástico, portando pequeños objetos del cadáver. Lo último que sacan es su anillo de boda. Conforme sacan los objetos,en un ritual tétrico se dirigen al grupo de americanos y se lo entregan, haciendo la espera más dolorosa. Pero tienen un muy buen corte de pelo.

Todos esperamos un poco desesperados, cansados, diría que agotados, deseando que todo acabe.

Abren las puertas del patio, las dos hojas, el final está cerca. Hay movimiento, nerviosismo tanto dentro como fuera del hotel. Los vehículos preparados, la gente alerta, nosotros pensando que pronto descansaremos.

Ahí viene el cortejo fúnebre. Entre tres tipos sacan al muerto con una camilla prehistórica, posiblemente Inca, sin asas. Más bien diría que es una bandeja para poner el pan recién amasado preparado para el horno, ¿quien sabe?. Parece que de un momento a otro el tipo se va a caer. El plástico que cubre el cadáver, sí porque miré no lo pude evitar, es demasiado pequeño (supongo tamaño estándar chileno). No buscaron en el almacén talla cadáver yanki, haciendo el cortejo un poco cómico, para los no familiares y amigos. Me llama la atención lo blancos que son los pies del tipo, blanco muerte.

Justo cuando pasan por mi lado, el cadáver se cae, cayéndome en los pies. El muerto me mira fijamente y mentalmente me dice, ¡no ha sido un accidente!. Ésto podía haber pasado, pero sólo pasó en mi imaginación, tengo la mente un poco turbia, será por leer a Poe. 


Realmente lo que pasó es que se llevaron el cadáver y nunca más lo vimos...


A la mañana siguiente en el aeropuerto, tras medio dormir, un compañero de turno dice que a media noche alguien le apretó el dedo gordo de la mano. Se despertó y no había nadie. 


¿Sería el tipo diciendo ¡NO HA SIDO UN ACCIDENTE!. Nunca lo sabremos, nunca más veremos a aquel grupo. Pero yo pienso que en "La secta" ahora hay un nuevo líder.