lunes, 30 de abril de 2012

Mi primer cheque en pesos.

Santiago de Chile, Domingo 29 de Abril de 2012.

Son las 21.37 horas en Chile.

Ayer empezamos el horario de invierno. Atrasamos una hora el reloj, por lo que la diferencia horaria con España es de menos seis.

Son las 3.39 horas en España.

Escucho "La rosa de los vientos", tumbado en el sillón de mi nuevo departamento, home studio. Alguna ventaja tendría que tener el desfase horario...

El departamento consta de un salón comedor con cocina americana de unos 15 o 20 metros cuadrados y tras deslizar una puerta corredera con cristales en los que reza el lema "HOME is where our story begins",  aparece la habitación con un baño, sumando otros 10 o 15 metros más.

Por fin tengo un sitio, un refugio, aunque sea provisional, donde puedo dejar mis cosas, donde puedo leer, descansar, sentirme seguro. Aunque todavía no es mi hogar. Mi hogar está muy lejos. ¿Algún día éste será mi hogar?. Sólo cuando pase el tiempo se verán las páginas escritas de mi historia personal.

Vivo en un departamento situado en Santiago centro, en el piso nº 18, departamento 1801.

El otro día bajaba por el ascensor. Bajaron conmigo dos tipos. Ellos comentaban como se movía el edificio el día del terremoto. Con sus manos, uno de ellos, hizo un gesto de izquierda a derecha con bastante amplitud de movimientos.

Ya tengo Internet. Un tipo vino hoy a instalarlo, a pesar de ser domingo. En Santiago se trabaja todos los días. Cualquier domingo puedes ir a un supermercado a comprar o ir a un centro comercial y gastarte todo el sueldo en marcas carísimas.

El otro día, estando en la oficina, recibí un correo electrónico que decía que pasara por contabilidad a retirar el cheque correspondiente a abril. Paso a retirarlo y cuando veo la cifra me mareo. Ahora es cuando me doy cuenta de, en parte, porque vine aquí. Es bueno fijar algunos objetivos para ver con claridad hacia donde se camina. Y pienso que no todo va a ser malo, empiezo a pensar positivamente, a ver las cosas con más luz, que es una oportunidad.

Ya se en que proyecto voy a empezar. Una investigación geológico-geotécnica-geofìsica para una mina en Iquique, al norte de Chile. El objetivo es alargar la vida de la Mina, unos cuarenta años más. En principio voy como suplente de geofísica para hacer sísmica y gravimetría, aunque es muy posible que no termine en ese proyecto pues los planes para mí están situados en Copiapó. Están esperando que arreglen o compren un Televiewer para entrar en el proyecto Relincho a piñón.

El otro día estuve en una reunión previa a la ejecución del proyecto de Iquique y me di cuenta de lo mal que se hacen las cosas en España. Un equipo multidisciplinar en el que encontrabas geofísicos, geólogos geotécnicos, geólogos de superficie, ingenieros, técnicos, ayudantes. Solo en el grupo de geofísica, entre ayudantes, operadores, técnicos, y geofísicos, somos 24 personas.

En principio la expedición parte el próximo día 7 de mayo, con turnos de ocho días trabajados por seis de descanso, dos equipos completos para no parar ni un solo día desde que empieza el proyecto y con pensamiento de acabar en tres meses o tres meses y medio.

A ver como se da el trabajo en condiciones climáticas extremas.


jueves, 19 de abril de 2012

Estoy solo. Sólo hay gente.

19-04-2012

Cuando te montas en el metro de Santiago te das cuenta de la cantidad de gente que vive en esta ciudad. Y si lo haces en hora punta, hora pick como dicen aquí, ves lo que somos. De lo insignificante que somos. Un grano de arena de un gran desierto.

Y con tanta gente a mi alrededor y yo sin embargo me siento solo, muy solo.

Por la mañana, tras la sauna olorosa del metro, llego a la oficina y esas horas son las mejores. Tengo que hacer tareas o puedo procrastinear. Sale, entra gente, suena un teléfono, coches en la calle, ruido matinal. Se huele a café, pasos por el pasillo, tranquilidad matinal.

Como solo.

Vuelvo a la oficina y otra vez la rueda comienza a girar. Termino de no sé qué, bueno si, de rellenar mi currículo, formato empresa, de rellenar las horas trabajadas en el mes de abril (¿que horas serán esas?), ver mi correo, familiarizarme con la red de la empresa, que esta si que funciona bien, muy bien y con cable.

Termino de trabajar, por decir algo, y me voy a ver departamentos amoblados, como dicen aquí. Todo está carísimo ahora en Santiago, supongo por culpa de tanto español. Por donde pisamos...

Llego empapado a mi casa tras otra sauna gratuita gentileza de metro Santiago y me como un triste sándwich de jamón y queso solo en el Loft que me tiene la empresa, viendo en ESPN (canal argentino), los resúmenes de los partidos europeos, que explicándolo en pocas palabras, se trata de un programa con una mesa redonda y cinco Valdanos hablando de fútbol. Con menos palabras se escribió "En busca del tiempo perdido", que palabras para explicar porque perdió ayer el Barcelona.

Llegan las horas críticas, la de soledad extrema, cuando todo el mundo duerme en España. Se hace duro, pero es lo que elegí y sé que me va a ir muy bien, así que me pongo a escribir en este blog y me sirve como bálsamo, como medicina, como si fuera necesario escupirlo, lanzarlo fuera de mí, estar un tiempo sin pensar.

La mente es maravillosa o peligrosa, según la uses, y a estas horas se suele usar mal. Todo lo positivo de la mañana se convierte en negativo en la noche. Todas las luces en sombras. Todo lo seguro en peligroso. Toda la fuerza en indecisiones.

Mañana será otro día, un Viernes un tanto amargo, porque no están los que quiero.

Pero todo esto lo elegí yo.



lunes, 16 de abril de 2012

Temblores y espasmos

17 de Abril de 2012

Pasan solo cincuenta minutos del día diecisiete de abril y yo duermo...

¡De repente!, la cama empieza a moverse. Yo me despierto, atontado, y pienso, no puedes ser, ¡ya!, tan pronto, ¿el primero?.
Lo que más me llama la atención es el ruido, parece que los pilares se estaban quebrando, o como si alguien estuviera intentando cortarlos con una sierra. Hubo un momento, cuando mayor era la intensidad, que empecé a ver la pared del frente como pixelada. Era como si se viera todo borroso. Se hace eterno y no para, más de un minuto, algo impresionante. Si no lo has vivido no te puedes imaginar.

No sentí miedo, no fui consciente de lo que pudo ser. De hecho al poco seguí durmiendo, sin ni siquiera pensar en réplicas. ¿Fui inconsciente?, simplemente tenía sueño.

Me despierto a las 6.30 de la mañana y lo primero que pienso es; ¿ha sido un sueño o ha sido real?. Bajo donde tengo el ordenador y busco en Internet y efectivamente ha ocurrido, no fue ningún sueño ni pesadilla.

No puedo desayunar porque me van a hacer pruebas para ver si soy válido para trabajar a gran altura.

Llego a la clínica y comienzan a hacerme pruebas. Primero me sacan sangre,- ya puede usted hacer colación, dice una tipa pequeña de mediana edad. Salgo, como algo y en seguida me vuelven a llamar. Ahora me pesan y me miden, me toman la tensión y me vuelvo a fuera. Ahora me hacen soplar por un tubo y me ven la graduación de mi vista.

Otra vez a fuera a esperar. Tras un rato me llaman para hacerme un electrocardiograma, y ahí empiezan los problemas. Mientras espero, pues tras llamarnos a cuatro, yo soy el último, llega un tipo de aspecto europeo, aunque es sudamericano, con traje, zapatos mocasines, cartera de piel y se sienta. Saca su Iphone último modelo y empieza a usarlo.

Esperando, de repente,  miro a mi lado y veo que el tipo empieza a poner caras raras. Yo, al principio, no reacciono y creo que se está durmiendo, hasta que empiezan los espasmos y empieza a contraer los brazos y piernas. Justo salen para llamarme y yo les digo que el hombre no se encuentra bien. El tipo se ha meado encima. De repente se despierta y recobra la conciencia, coge su ordenador portátil, Iphone y se disculpa por haberse meado encima. Viene una camilla y se lo llevan.

Me hacen el primer electrocardiograma y a la sala de espera.

Otra vez me llaman para otro electrocardiograma, ya que piensan que lo hicieron mal, dada la situación urgente anterior y otra vez a la sala de espera.

Una vez más, espero que sea la última y lo fue, me vuelven a llamar y el tipo me dice que si me he hecho alguna vez esta prueba y si tengo el corazón al reves (de lunes a viernes lo tengo así, me dan ganas de decirle). Otra vez me hacen la prueba. En teoría todo correcto, solo es un tema morfológico, aunque yo creo que es otra cosa.

Finalmente soy válido para trabajar en altura, pero el susto me lo he llevado.

Por la tarde voy a Golder a recibir lo que aquí llaman Inducción (cursos de formación), y tras casi tres horas de cursos, me vuelven a dar miles de cosas más, camisas, polos, hasta un termo. Vuelvo al apartamento en el metro Chileno, que para resumirlo solo hay que decir apesta y atestado.

Hablo con la familia, Vargas y Pelón, voy al super y escribo.

Ahora a dormir. Buenas noches.




Burocracia Chilena

16 de Abril de 2012

Me levanto todos los días muy temprano, aproximadamente, 6.30-7.00 de la mañana.
Desayuno mientras hablo con Ana, vía skype, me ducho, me visto y  empiezo un nuevo día.

Llevo menos de una semana en Chile, pero parece que llevo toda la vida. Pasan tantas cosas y tan intensas, o al menos las vivo de momento así, que el tiempo parece haberse detenido. Si me dicen que estoy aquí un año me lo creo.

Hoy fui a hacerme la cédula de identidad, como llaman acá, y me topé con la burocracia chilena en estado puro. Me levanté bastante temprano para así llegar pronto a la Policía de Investigaciones (es decir a extranjería) y sellar mi visa. Hice una cola pequeña, de más o menos media hora y formalicé la visa. Me costó mil pesos.

Siguiente paso localizar el registro, muy cerca de mi actual alojamiento (Paseo de Huérfanos). Tras un rodeo bastante grande lo encuentro y me dispongo a hacer una cola bestial, ya que al tipo de información que le pregunté no le entendía.
Al rato viene una señora pequeñita de uniforme y pinta de malas pulgas y me dice que los extranjeros son en otra cola. Así que abandono la cola Chilena y me voy a la extranjera.
En la extranjera hay de lo más variado, colombianos, chinos, peruanos, ecuatorianos, bolivianos y un español (yo), como mínimo.

Tras una cola insufrible de más de una hora y media, llego a mi destino, y la tipa (mujer de casi sesenta años) que me atiende me dice, tras abrir mi pasaporte, que no se ve la fecha de ingreso al país . Yo trato de convencerla enseñándole el pase de la policía de investigación, en el que se ve como fecha de ingreso el 13 de abril, pero ella no cede. Así que me tengo que volver a Policía de Investigación, pagar 800 pesos más, y hacer una cola de más de dos horas (300 personas más o menos), estando aquel lugar atestado de gente y sin ningún asiento libre.

Decido darme una vuelta para hacer tiempo, hace mucho calro, me como por primera vez en chile, una empanada de pino con carne, buenísima y un café con leche, con más agua que café y leche. Me voy corriendo a extranjería pensando que se me va a pasar el número ya que cuando salí iban por el 903 y yo tenía el 45 de la segunda vuelta. La sorpresa llega cuando veo que van por el número 935.

Por fin recibo el papelito de CERTIFICADO DE VIAJES, en el cual pone que mi fecha de entrada es, ¿adivinan?, el 13 de abril.

Vuelvo al registro y por fin me dan mi número RUN o de identidad, luego me manchan todos los dedos de las manos, y  porque no tenía más.

Por la tarde voy a la empresa y el jefe me invita a comer junto a una compañera española. Comemos en un restaurante bastante moderno y con muy buena pinta, donde sirven la comida de calidad pero poca cantidad. Me tomo mi primera limonada de menta. Posteriormente subimos a la oficina y después de medirme para la ropa técnica, me dan todo tipo de accesorios de geología, martillo, brújula, lupa, lápiz imantado, así como otro tanto de material de papelería.

Philipe me presenta al resto del equipo de geofísica, todos muy majos, y hablamos un poco en que va a consistir los trabajos de campo y la coordinación con la oficina.

Vuelvo a casa, bastante cansado, hablo con la familia y me voy a dormir pronto pues al día siguiente tengo el examen de altura, pero una sorpresa me tenía deparada el futuro inmediato...







domingo, 15 de abril de 2012

Por la razón o por la fuerza.

Santiago de Chile. 14 de Abril de 2012.
Hora local: 22.31. Hora española: 3.31.

Aterricé en Santiago, solo, y sin  una maleta.

Ayer fue un día muy duro, triste, muy triste. Además del cansancio del viaje, en el que poco pude dormir, tras más de 24 horas viajando en coche, tren, avión, avión, taxi, oficina, taxi.....hotel, se sumaba el esfuerzo emocional tras dejar a los seres queridos tan lejos.

La empresa que me contrata es impresionante, algo pasmoso, gigantesca y parece funcionar bastante bien.

Nada más llegar a la zona donde está situada la empresa, tras viajar en un taxi cochambroso, ya que no me esperaba nadie con el cartelito por una mala gestión en la reserva de taxi, me estafan por primera vez cobrándome 29000 pesos (50 euros), --¡menos mal que paga la empresa!.

Allí me recibe en su oficina don Santiago Castro bebiendo mate y me comenta en que va a consistir mi trabajo, advirtiéndome de que comprobarán si realmente tengo ese tan -"excelente" currículo.

Posteriormente me presenta a Philippe Martín como líder del grupo de geofísica, el cual me habla un poco del equipo, formado aproximadamente por  veinte geofísicos y en los que principalmente se realizan trabajos de sísmica (con explosivos), eléctrica (tomografía) y televiewer, siendo esta última la especialidad en la que me van a formar, aunque quieren que lo maneje todo.

Nada más recibirme Phillipe, me pregunta; -¿como vas de inglés?, ¿puedes escribir en inglés?. Así que ahora la prioridad es aprender bien el inglés, curso pagado por ellos.

La semana que viene es la semana de las "inducciones" (cursos de formación), en los que voy a aprender a manejarme con un vehículo cuatro por cuatro, seguridad laboral, y política específica de la empresa.

Tras ver un poco como funciona la empresa y conocer a algunos compañeros, Philippe me manda al hotel a descansar, pero yo antes voy a admisión y firmo mi contrato con fecha del 13 de abril.

Llego al hotel\apartamento, y me encuentro un Loft de lujo con dos plantas, con todo tipo de accesorios; dos televisiones de plasma, dos equipos de música, cocina equipada...

Aquí a penas son las cinco de la tarde, pero en España ya son las diez, por lo que mi cuerpo se resiente después de un día sin dormir.

De repente suena el teléfono y descubro que desde el aeropuerto me comunican que mi maleta llegará en torno a las 20.30 (hora chilena), cinco horas más en España, a mi hotel, por lo que no me puedo dormir.

Por fin, llega la maleta, bajo, la recojo y me voy a la habitación. Ha llegado el momento.....DUERMO.