lunes, 16 de abril de 2012

Temblores y espasmos

17 de Abril de 2012

Pasan solo cincuenta minutos del día diecisiete de abril y yo duermo...

¡De repente!, la cama empieza a moverse. Yo me despierto, atontado, y pienso, no puedes ser, ¡ya!, tan pronto, ¿el primero?.
Lo que más me llama la atención es el ruido, parece que los pilares se estaban quebrando, o como si alguien estuviera intentando cortarlos con una sierra. Hubo un momento, cuando mayor era la intensidad, que empecé a ver la pared del frente como pixelada. Era como si se viera todo borroso. Se hace eterno y no para, más de un minuto, algo impresionante. Si no lo has vivido no te puedes imaginar.

No sentí miedo, no fui consciente de lo que pudo ser. De hecho al poco seguí durmiendo, sin ni siquiera pensar en réplicas. ¿Fui inconsciente?, simplemente tenía sueño.

Me despierto a las 6.30 de la mañana y lo primero que pienso es; ¿ha sido un sueño o ha sido real?. Bajo donde tengo el ordenador y busco en Internet y efectivamente ha ocurrido, no fue ningún sueño ni pesadilla.

No puedo desayunar porque me van a hacer pruebas para ver si soy válido para trabajar a gran altura.

Llego a la clínica y comienzan a hacerme pruebas. Primero me sacan sangre,- ya puede usted hacer colación, dice una tipa pequeña de mediana edad. Salgo, como algo y en seguida me vuelven a llamar. Ahora me pesan y me miden, me toman la tensión y me vuelvo a fuera. Ahora me hacen soplar por un tubo y me ven la graduación de mi vista.

Otra vez a fuera a esperar. Tras un rato me llaman para hacerme un electrocardiograma, y ahí empiezan los problemas. Mientras espero, pues tras llamarnos a cuatro, yo soy el último, llega un tipo de aspecto europeo, aunque es sudamericano, con traje, zapatos mocasines, cartera de piel y se sienta. Saca su Iphone último modelo y empieza a usarlo.

Esperando, de repente,  miro a mi lado y veo que el tipo empieza a poner caras raras. Yo, al principio, no reacciono y creo que se está durmiendo, hasta que empiezan los espasmos y empieza a contraer los brazos y piernas. Justo salen para llamarme y yo les digo que el hombre no se encuentra bien. El tipo se ha meado encima. De repente se despierta y recobra la conciencia, coge su ordenador portátil, Iphone y se disculpa por haberse meado encima. Viene una camilla y se lo llevan.

Me hacen el primer electrocardiograma y a la sala de espera.

Otra vez me llaman para otro electrocardiograma, ya que piensan que lo hicieron mal, dada la situación urgente anterior y otra vez a la sala de espera.

Una vez más, espero que sea la última y lo fue, me vuelven a llamar y el tipo me dice que si me he hecho alguna vez esta prueba y si tengo el corazón al reves (de lunes a viernes lo tengo así, me dan ganas de decirle). Otra vez me hacen la prueba. En teoría todo correcto, solo es un tema morfológico, aunque yo creo que es otra cosa.

Finalmente soy válido para trabajar en altura, pero el susto me lo he llevado.

Por la tarde voy a Golder a recibir lo que aquí llaman Inducción (cursos de formación), y tras casi tres horas de cursos, me vuelven a dar miles de cosas más, camisas, polos, hasta un termo. Vuelvo al apartamento en el metro Chileno, que para resumirlo solo hay que decir apesta y atestado.

Hablo con la familia, Vargas y Pelón, voy al super y escribo.

Ahora a dormir. Buenas noches.




2 comentarios:

  1. Mucho animo en tu aventura chilena Ruben!! Desde España seguiremos tus aventuras y desventuras.

    Un abrazo.

    Isaac

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  2. Lo más inquietante es el tipo que se mea encima. ¿Estás seguro de que no era la clínica del Doctor Bacterio?. Sea como sea, no tomes las pastillas que te den, sólo cógelas.

    Un abrazo

    Camarada Andrei

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