Santiago de Chile. 14 de Abril de 2012.
Hora local: 22.31. Hora española: 3.31.
Aterricé en Santiago, solo, y sin una maleta.
Ayer fue un día muy duro, triste, muy triste. Además del cansancio del viaje, en el que poco pude dormir, tras más de 24 horas viajando en coche, tren, avión, avión, taxi, oficina, taxi.....hotel, se sumaba el esfuerzo emocional tras dejar a los seres queridos tan lejos.
La empresa que me contrata es impresionante, algo pasmoso, gigantesca y parece funcionar bastante bien.
Nada más llegar a la zona donde está situada la empresa, tras viajar en un taxi cochambroso, ya que no me esperaba nadie con el cartelito por una mala gestión en la reserva de taxi, me estafan por primera vez cobrándome 29000 pesos (50 euros), --¡menos mal que paga la empresa!.
Allí me recibe en su oficina don Santiago Castro bebiendo mate y me comenta en que va a consistir mi trabajo, advirtiéndome de que comprobarán si realmente tengo ese tan -"excelente" currículo.
Posteriormente me presenta a Philippe Martín como líder del grupo de geofísica, el cual me habla un poco del equipo, formado aproximadamente por veinte geofísicos y en los que principalmente se realizan trabajos de sísmica (con explosivos), eléctrica (tomografía) y televiewer, siendo esta última la especialidad en la que me van a formar, aunque quieren que lo maneje todo.
Nada más recibirme Phillipe, me pregunta; -¿como vas de inglés?, ¿puedes escribir en inglés?. Así que ahora la prioridad es aprender bien el inglés, curso pagado por ellos.
La semana que viene es la semana de las "inducciones" (cursos de formación), en los que voy a aprender a manejarme con un vehículo cuatro por cuatro, seguridad laboral, y política específica de la empresa.
Tras ver un poco como funciona la empresa y conocer a algunos compañeros, Philippe me manda al hotel a descansar, pero yo antes voy a admisión y firmo mi contrato con fecha del 13 de abril.
Llego al hotel\apartamento, y me encuentro un Loft de lujo con dos plantas, con todo tipo de accesorios; dos televisiones de plasma, dos equipos de música, cocina equipada...
Aquí a penas son las cinco de la tarde, pero en España ya son las diez, por lo que mi cuerpo se resiente después de un día sin dormir.
De repente suena el teléfono y descubro que desde el aeropuerto me comunican que mi maleta llegará en torno a las 20.30 (hora chilena), cinco horas más en España, a mi hotel, por lo que no me puedo dormir.
Por fin, llega la maleta, bajo, la recojo y me voy a la habitación. Ha llegado el momento.....DUERMO.
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