El suceso del patio.
19 de Junio de 2012
Después de un turno de trabajo (ocho días), terminamos los
trabajos de geofísica pendientes en el proyecto Choja Sur, con un día de
antelación. Subimos temprano a la zona de investigación a revisar equipos y
recoger para posteriormente dirigirnos al hotel, descargar y pasar la tarde en
Iquique. Allí comemos en el restaurante
“El Español”. Yo me pido un pescado frito rebozado con patatas revueltas y
picamos algo de gambas ecuatorianas (camarones los llaman aquí) y calamares en
una salsa extraña. La comida es excelente y mientras comemos vemos el partido
de la Eurocopa Francia versus Suecia, donde los suecos ganan dos a cero.
Tras el partido pasamos un momento por un centro comercial
para hacer unas compras y de vuelta al hotel donde preparamos los equipos para
su posterior traslado a Santiago.
Cuando llego al hotel observo que el hombre mayor de un
grupo de americanos está junto a un componente del grupo bebiendo Jacks Daniels
viendo la televisión en la zona de recreación del hotel. De momento nada raro.
Desde que llegamos a este turno, hemos coincidido en el
hotel con un grupo de jóvenes, chicos y chicas, de entre veinticinco y treinta
y algún años acompañados por un hombre mayor de más de setenta. En broma, mi
compañero Mario y yo les llamábamos “La Secta”. El grupo de americanos nos ha
fastidiado bastante pues nosotros nos levantábamos todos los días a las 5.30 de
la mañana y algunas noches ellos estaban jugando a cartas y bebiendo hasta las
dos o tres de la madrugada en un patio, donde se escucha todo.
Ah!! No he dicho todavía que estoy recluido ahora mismo en
mi habitación, sin poder salir y escribiendo estas líneas esperando que de un
momento a otro entre un Carabinero chileno en mi habitación. Pero ya lo contaré
más adelante.
Justo antes de que los muchachos y Mario vinieran a mi
habitación a recoger las cajas para guardar los equipos y trasladarlos, estaba
en mi habitación haciendo la maleta. De repente, he escuchado un ruido muy
fuerte, de un golpe, una caída, algo estruendoso. Justo después oigo que mi
compañero Mario sale de su habitación y pregunta en inglés si está todo bien y
si necesitan ayuda. Desde mi habitación escucho al grupo de americanos hablando
entre ellos algo alterados y un chico contesta en español a Mario, con un
fuerte acento yanqui, que todo va bien y alcanzo a escuchar la palabra
“ahorita”.
Llegan los muchachos y cambiamos las cajas de transporte y
equipos a otra habitación. Al bajar las escaleras veo unas chicas llorando,
otros con mala cara y todos mirando a una misma dirección. La directora del
hotel se encuentra allí también. Miro en esa dirección y me encuentro a dos
tipos en cuclillas atendiendo al hombre mayor que está tumbado, con la cara muy
roja, sin moverse. Una cara muy mala.
Oigo pasos, creo que vienen a por mí. Oigo que vienen a mi
habitación…Llaman a la puerta.
Eso no se hace, Rubén, dejarnos así, con esta intriga... ¿o sí se hace?, jajaja.
ResponderEliminarYa sabes que hacer si te dicen que recojas la pastilla de jabón...
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